HOMENAJE A MIS ANTEPASADOS

domingo, 21 de febrero de 2010

La Historia del Marrano Negro

Mis abuelos eran personas muy dadas a la oración, pues eran gentes de mucha fe. Recuerdo que cuando éramos niños nos iban a visitar en Buga La Grande, el abuelo Antonio acostumbraba a rezar todas las noches el rosario y nosotros, de 8 y 9 años, nos distraemos mucho, cosa que obviamente le molestaba sobre manera a mi abuelo.

Esas noches calidad del Valle del Cauca no las olvidamos, ente otras cosas, porque el abuelo, además de rezar el rosario, acostumbraba a contar historias, muchas de ellas que hablaban de espantos, brujas y hasta del diablo mismo, cosas en las que el creía firmemente.

Una noche, después del rosario, el abuelo contó la historia de un niñito que se portaba muy mal cuando rezaban en familia, el crio se burlaba de los mayores en medio de los rezos y así una noche fue castigado: cuando dormía se apareció en su habitación un marrano negro chillando, resultó ser que era el mismísimo demonio convertido en el repugnante animal que había venido a llevárselo.

Obviamente la noche cuando el abuelo contó la historia del marrano negro, nosotros habíamos estado inquietos a la hora del rosario. Así cuando nos fuimos a dormir estábamos un poco asustados, en especial mi hermano Eduardo, quien siempre ha sido muy impresionable, por no decir miedoso; a media noche cuando yo estaba dormido me despertaron los gritos de terror de Eduardo diciendo: -“ El marrano, el marrano!!!”.


Ante la gritería llegaron mis padres quienes trataron de explicarle que se trataba de una pesadilla. “– No, no.” respondió el “-miren debajo de la cama.” Para tranquilizarlo revisaron y encontraron allí un gato negro que había en mi casa. Después de esa noche se acabaron los chistes y las risas a la hora del rosario.

martes, 9 de febrero de 2010

Facebook | Yo tambien soy descendiente de ANTONIO JOSE GIRALDO CORREA


En Facebook han creado un grupo de los descendientes de mi abuelo materno Antonio J Giraldo Correa , invito todos los parientes a unirse. Facebook | Yo tambien soy descendiente de ANTONIO JOSE GIRALDO CORREA

El Bronce de Don Cristóbal Restrepo Botero



Tener un busto propio en casa parecería una excentricidad. No sé si don Cristóbal Restrepo Botero era un excéntrico, pero si se que amasó una fortuna en Caracas donde vivió desde que llegó a Venezuela de Medellín en los años treinta o cuarenta del siglo pasado.

Siendo yo un niño acompañe una vez a mi padre a visitar a su tío Cristóbal, en su casa de San Bernardino, de esa visita recuerdo el Rolls Royce que tenia parado al frente de su casa, los ceniceros de bronce con la R de su apellido y por supuesto el busto de bronce, que si no recuerdo mal fue un regalo de sus hijos que orgullosamente exibia en un patio interno de la casona donde vivió los últimos años de su vida.

El bronce después de la muerte de don Cristóbal terminó en una pequeña finca de la familia en Los Teques en manos de uno de sus nietos, quien hace unos treinta años se lo envió a mi padre. Desde entonces estuvo por un largo tiempo en su casa de Mesa de Aura, de donde mi hijo Juan Cristóbal decidió que la lleváramos a u insipiente museo que estamos haciendo en Vivero Perieca .